AHORA 5% DE DESCUENTO EN TODAS LAS COMPRAS A TRAVÉS DE NUESTRA WEB (no aplicable a ofertas).
GASTOS DE ENVÍO GRATIS PARA PENÍNSULA POR COMPRAS SUPERIORES A 40€ (PARA LEÓN Y ALFOZ 30€)

PIEDRAS DE COLORES

PIEDRAS DE COLORES
Autor: STIFTER, ADALBERT
Isbn: 9788417143404
Fecha de Publicación: 01/10/2018
Edición nº 1
Materia: NOVELA GENERAL
Encuadernación Cartoné
Nº de páginas: 440
PIEDRAS DE COLORES
«De niño, además de varas, arbustos y flores, que me procuraban gran deleite, llevaba también a casa otras cosas que casi me complacían más porque no perdían color ni consistencia tan rápidamente como las plantas, y eran todo género de piedras y de objetos que veía por tierra. Cuando tenía tiempo, ponía mis tesoros en fila, los contemplaba y me deleitaba con ellos. Mi admiración no tenía límites sobre todo cuando una piedra brillaba, resplandecía y parpadeaba de manera que no se podía averiguar de dónde venía aquello. Ese amor al coleccionismo aún no me ha abandonado. Todavía hoy, no sólo llevo literalmente en el bolsillo piedras a casa para dibujarlas o pintarlas y para seguir utilizando sus reproducciones, sino que presento aquí para la juventud una colección de todo tipo de entretenimientos y fruslerías que les sirvan de diversión y que ellos contemplen y disfruten a su manera. Claro, mis jóvenes amigos han de ser para esta colección notablemente mayores de lo que era yo cuando llevaba a casa mis extrañas piedras del campo para deleitarme con ellas.»
Adalbert Stifter«De niño, además de varas, arbustos y flores, que me procuraban gran deleite, llevaba también a casa otras cosas que casi me complacían más porque no perdían color ni consistencia tan rápidamente como las plantas, y eran todo género de piedras y de objetos que veía por tierra. Cuando tenía tiempo, ponía mis tesoros en fila, los contemplaba y me deleitaba con ellos. Mi admiración no tenía límites sobre todo cuando una piedra brillaba, resplandecía y parpadeaba de manera que no se podía averiguar de dónde venía aquello. Ese amor al coleccionismo aún no me ha abandonado. Todavía hoy, no sólo llevo literalmente en el bolsillo piedras a casa para dibujarlas o pintarlas y para seguir utilizando sus reproducciones, sino que presento aquí para la juventud una colección de todo tipo de entretenimientos y fruslerías que les sirvan de diversión y que ellos contemplen y disfruten a su manera. Claro, mis jóvenes amigos han de ser para esta colección notablemente mayores de lo que era yo cuando llevaba a casa mis extrañas piedras del campo para deleitarme con ellas.» Adalbert Stifter
«De niño, además de varas, arbustos y flores, que me procuraban gran deleite, llevaba también a casa otras cosas que casi me complacían más porque no perdían color ni consistencia tan rápidamente como las plantas, y eran todo género de piedras y de objetos que veía por tierra. Cuando tenía tiempo, ponía mis tesoros en fila, los contemplaba y me deleitaba con ellos. Mi admiración no tenía límites sobre todo cuando una piedra brillaba, resplandecía y parpadeaba de manera que no se podía averiguar de dónde venía aquello. Ese amor al coleccionismo aún no me ha abandonado. Todavía hoy, no sólo llevo literalmente en el bolsillo piedras a casa para dibujarlas o pintarlas y para seguir utilizando sus reproducciones, sino que presento aquí para la juventud una colección de todo tipo de entretenimientos y fruslerías que les sirvan de diversión y que ellos contemplen y disfruten a su manera. Claro, mis jóvenes amigos han de ser para esta colección notablemente mayores de lo que era yo cuando llevaba a casa mis extrañas piedras del campo para deleitarme con ellas.»
Adalbert Stifter«De niño, además de varas, arbustos y flores, que me procuraban gran deleite, llevaba también a casa otras cosas que casi me complacían más porque no perdían color ni consistencia tan rápidamente como las plantas, y eran todo género de piedras y de objetos que veía por tierra. Cuando tenía tiempo, ponía mis tesoros en fila, los contemplaba y me deleitaba con ellos. Mi admiración no tenía límites sobre todo cuando una piedra brillaba, resplandecía y parpadeaba de manera que no se podía averiguar de dónde venía aquello. Ese amor al coleccionismo aún no me ha abandonado. Todavía hoy, no sólo llevo literalmente en el bolsillo piedras a casa para dibujarlas o pintarlas y para seguir utilizando sus reproducciones, sino que presento aquí para la juventud una colección de todo tipo de entretenimientos y fruslerías que les sirvan de diversión y que ellos contemplen y disfruten a su manera. Claro, mis jóvenes amigos han de ser para esta colección notablemente mayores de lo que era yo cuando llevaba a casa mis extrañas piedras del campo para deleitarme con ellas.» Adalbert Stifter

Precio:35.00 €
33.25 €


Consultar disponibilidad en pedidos@libreriapastor.com

Añadir a la cesta